Apasionado por inspirar a otros
No nací con todo resuelto. Crecí entre dos mundos opuestos, con dos padres que vivían en extremos distintos, tanto en lo económico como en la forma de entender la vida. Desde niño, tuve que aprender a adaptarme, a moverme entre realidades que no encajaban entre sí. Y durante mucho tiempo, tampoco supe quién era yo en todo eso. Me dijeron qué debía hacer, qué era lo correcto, cómo debía comportarme. Y seguí el guion.
Estudié arquitectura y ejercí durante diez años, porque supuestamente era el camino "seguro". Era bueno en ello, pero algo dentro de mí sabía que no era mi camino. Me di cuenta de que estaba construyendo estructuras por fuera, cuando lo que realmente quería era construir algo más profundo: una vida con sentido, una existencia que tuviera que ver conmigo, no con lo que los demás esperaban de mí. Así que lo dejé.
Y ahí empezó mi verdadera historia. Abrí mi propia escuela de patinaje, me formé como entrenador personal y trabajé con futbolistas y boxeadores. Y me obsesioné con entender cómo funcionamos, cómo rompemos límites, cómo transformamos la energía en acción. No me basta con lo que se da por hecho, necesito entender el porqué de todo. Me he formado en cada área que me ha interesado: nutrición, rendimiento físico, consciencia, entrenamiento mental, motivación. Soy autodidacta, pero también metódico. No me conformo con saber por encima: lo llevo a la práctica, lo pruebo, lo cuestiono. Y lo aplico.
Me han etiquetado mil veces, por mi físico, mis tatuajes, mi forma de hablar: pero no he permitido que los estereotipos me encasillen. He pasado por caídas, he tomado decisiones que muchos no entenderían, he pasado de lo que otros esperan de mí. He aprendido a vivir sin culpa, sin miedo, con la certeza absoluta de que cada paso que doy lo elijo yo. Y ahora mi única misión es ayudarte a hacer lo mismo. Romper con lo que te limita, desafiar lo que crees que eres y descubrir lo que realmente quieres y puedes ser.
Pero hay algo que considero lo más importante de todo lo que he aprendido: nada sirve si no estás en el presente. Vivir el presente lo cambia todo. He aprendido que la vida no está en lo que pasó ni en lo que vendrá, sino en lo que haces con este instante. Que cargar con el pasado es una elección, igual que vivir preocupado por el futuro. Que la única libertad real es la de este momento. Y cuando lo entendí, dejé de reaccionar y empecé a elegir. Hoy no vivo atrapado en el "qué hubiera sido", ni obsesionado con "lo que será". Vivo aquí, ahora. Y eso me ha dado una claridad espectacular.